Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

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El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo vinculado a factores genéticos que afecta el desarrollo emocional, cognitivo, conductual y social de niños y jóvenes hasta la edad adulta. Genera alteraciones en su conducta, caracterizadas por los siguientes aspectos:

  • Hiperactividad: presenta un nivel superior de actividad, dada su edad.
  • Impulsividad: dificultad para controlar su conducta, emociones y pensamientos.
  • Inatención: dificultad o incapacidad para concentrarse y prestar atención.

Síntomas y diagnóstico del TDAH

Decidir si un niño tiene trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un proceso de varios pasos. No hay un único examen para diagnosticar el TDAH y hay muchos otros problemas, como la ansiedad, la depresión y ciertos tipos de trastornos del aprendizaje, que pueden presentar síntomas similares.

El primer paso es hablar con un profesional de atención médica para averiguar si los síntomas corresponden con el diagnóstico. El diagnóstico puede ser hecho por un profesional de salud mental, como un psicólogo o un psiquiatra, o un proveedor de atención primaria, como un pediatra.

Es normal que a los niños les cueste concentrarse y comportarse bien de vez en cuando. Sin embargo, los niños con TDAH no van dejando atrás esas conductas a medida que crecen. Los síntomas continúan y pueden provocar dificultades en la escuela, el hogar o con los amigos.

Un niño con TDAH puede presentar las siguientes conductas:

  • Fantasear mucho.
  • Olvidar o perder las cosas con mucha frecuencia.
  • Retorcerse o moverse nerviosamente.
  • Hablar mucho.
  • Cometer errores por descuido o correr riesgos innecesarios.
  • Tener problemas para resistir la tentación.
  • Tener problemas para respetar turnos.
  • Tener dificultades para llevarse bien con otros.

Tipos de TDAH

Hay tres tipos diferentes de TDAH, según qué tipos de síntomas sean más fuertes en la persona:

Presentación en la que predomina la falta de atención: Es difícil para la persona organizarse o terminar una tarea, prestar atención a los detalles o seguir instrucciones o conversaciones. La persona se distrae fácilmente o se olvida de detalles de la rutina diaria.

Presentación en la que predomina la hiperactividad/impulsividad: La persona se mueve nerviosamente y habla mucho. Le resulta difícil quedarse sentada quieta durante mucho tiempo (p. ej., para una comida o mientras hace la tarea escolar). Los niños más pequeños pueden correr, saltar o trepar constantemente. La persona se siente inquieta y tiene problemas con la impulsividad. Una persona que es impulsiva puede interrumpir mucho a otros, agarrar cosas que les pertenecen a otros o hablar en momentos inapropiados. Es difícil para la persona esperar su turno o escuchar instrucciones. Una persona con impulsividad puede tener más accidentes y lesiones que los demás.

Presentación combinada: Los síntomas de los dos tipos anteriores están igualmente presentes en la persona.

Dado que los síntomas pueden cambiar con el paso del tiempo, la presentación también puede cambiar con el tiempo.

Tratamiento de TDAH

En la mayoría de los casos, el TDAH se trata mejor utilizando una combinación de terapia conductual y medicamentos. Para los niños de edad prescolar (4-5 años de edad) con TDAH, se recomienda la terapia conductual como la primera línea de tratamiento. Ningún tratamiento es la única respuesta para todos los niños, y los buenos planes de tratamiento incluirán un monitoreo estricto, seguimiento y cualquier cambio necesario en el camino.

Terapia conductual, incluida la capacitación de los padres

Las investigaciones muestran que la terapia conductual es una parte importante del tratamiento de los niños con TDAH. Este trastorno no solo afecta la capacidad del niño para prestar atención o permanecer sentado en la escuela, sino que también afecta sus relaciones con la familia y con otros niños. Los niños con TDAH a menudo muestran conductas que pueden perturbar mucho a otras personas. La terapia conductual es una opción de tratamiento que puede ayudar a reducir estas conductas. Generalmente es útil comenzar la terapia conductual tan pronto como se realice el diagnóstico.

Las metas de la terapia del comportamiento son aprender o fortalecer los comportamientos positivos y eliminar los comportamientos no deseados o problemáticos. La terapia conductual puede incluir capacitación en terapia conductual para los padres, terapia conductual con los niños o una combinación de ambas. Los maestros también pueden utilizar terapia conductual para ayudar a reducir las conductas problemáticas en el aula.

  • En la capacitación de los padres, los padres aprenden nuevas habilidades o fortalecen las habilidades que ya tienen para enseñarles a sus hijos y guiarlos, y para manejar su conducta. Se ha demostrado que la capacitación de los padres en terapia conductual fortalece la relación entre padres e hijos, y disminuye las conductas negativas o problemáticas de los niños. La capacitación de los padres en terapia conductual también se conoce como capacitación en manejo del comportamiento para padres, capacitación conductual para padres, terapia del comportamiento para padres o simplemente capacitación para padres.
  • En la terapia conductual con los niños, el terapeuta trabaja con los niños para que aprendan nuevas conductas que reemplacen las que no funcionan o las que causan problemas. El terapeuta también puede ayudar a los niños a aprender a expresar sus sentimientos de maneras que no generen problemas para ellos ni para otras personas.

Medicamentos

Los medicamentos pueden ayudar a los niños con TDAH en su vida diaria y el tratamiento farmacológico puede ser una manera eficaz de manejar los síntomas de TDAH. Los medicamentos son una opción que puede ayudar a controlar algunos problemas de conducta que hayan generado problemas en el pasado con la familia, los amigos y en la escuela.

Hay varios tipos diferentes de medicamentos aprobados por la FDA para tratar el TDAH en niños:

  • Estimulantes: son los medicamentos para el TDAH más conocidos y los más utilizados en los tratamientos. Muchos niños con TDAH tienen menos síntomas de TDAH cuando toman estos medicamentos de acción rápida.
  • No estimulantes: se aprobaron para el tratamiento del TDAH en el 2003. Los medicamentos no estimulantes no funcionan tan rápidamente como los estimulantes, pero pueden durar hasta 24 horas.
  • Los medicamentos pueden afectar a cada niño de manera diferente. Un niño puede responder bien a un medicamento, pero no a otro. Quizás sea necesario que el médico pruebe diferentes medicamentos y dosis, por lo que es importante que los padres trabajen en conjunto con el médico de su hijo para encontrar el medicamento que mejor funcione para el niño.

Recomendaciones para padres, para el manejo del TDAH

Cree una rutina. Trate de seguir el mismo horario de actividades todos los días, desde el momento en que se despierta hasta el momento de irse a dormir.

Organícese. Anime a su hijo a colocar la mochila de la escuela, la ropa y los juguetes en el mismo lugar todos los días; de este modo, será menos probable que el niño los pierda.

Controle las distracciones. Apague la televisión, limite el ruido y proporcione un espacio de trabajo limpio cuando su hijo esté haciendo la tarea escolar. Algunos niños con TDAH aprenden bien si están en movimiento o escuchando música de fondo. Observe a su hijo y vea qué funciona.

Limite las opciones. Ofrezca pocas opciones para elegir de modo que su hijo no se sienta abrumado ni sobrestimulado. Por ejemplo, ofrézcale elegir entre este conjunto de ropa o el otro, esta comida o la otra, o este juguete o el otro.

Sea claro y específico cuando hable con su hijo. Hágale saber que lo está escuchando mediante una descripción de lo que su hijo dijo. Dé indicaciones claras y breves cuando el niño tenga que hacer algo.

Ayude a su hijo a planificar. Divida las tareas complicadas en pasos más simples y cortos. Para las tareas largas, comenzar con tiempo y hacer pausas puede ayudar a limitar el estrés.

Utilice metas y reconocimiento u otra recompensa. Utilice una tabla para enumerar las metas y registrar las conductas positivas, luego hágale saber a su hijo que lo hizo bien diciéndoselo o recompensándolo de otra manera. Asegúrese de que las metas sean realistas, ¡los pasos pequeños son importantes!

Imponga disciplina de forma eficaz. En lugar de alzar la voz o pegarle a su hijo, use tiempo fuera o quítele privilegios como consecuencia de comportamientos inapropiados.

Cree oportunidades positivas. Hay ciertas situaciones que a los niños con TDAH les pueden resultar estresantes. Descubrir qué es lo que su hijo hace bien y animarlo a hacerlo (ya sea en la escuela, deportes, arte, música o juegos) puede ayudar a crear experiencias positivas

Proporcione un estilo de vida saludable. Es importante ofrecer comida nutritiva, asegurarse de que el niño haga mucha actividad física y de que duerma lo suficiente; estas cosas pueden ayudar a evitar que los síntomas de TDAH empeoren.

Fuente: Centro para  el Control y la Prevención de Enfermedades