¿Sabes lo que estás comiendo? Alimentación en la Adolescencia

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La adolescencia es una etapa de cambios profundos, tanto físicos como emocionales. Durante esta fase, el cuerpo experimenta un crecimiento acelerado que requiere una mayor cantidad de nutrientes y energía. Además, en esta etapa los jóvenes comienzan a tomar decisiones propias, incluyendo aquellas relacionadas con su alimentación. Por eso, aprender a comer de manera balanceada es crucial para prevenir enfermedades y fomentar un desarrollo saludable.

¿Por qué es Importante Comer Saludable en la Adolescencia?

Una buena alimentación en la adolescencia no solo ayuda a mantener un peso adecuado, sino que también reduce el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes y problemas cardiovasculares. Durante esta etapa, se establecen muchos hábitos que perdurarán en la vida adulta, por lo que inculcar un estilo de vida saludable puede tener beneficios a largo plazo.

Qué Evitar y Qué Incluir en la Dieta

Evitar los ultraprocesados: Alimentos como snacks empaquetados, refrescos, y comidas rápidas suelen estar cargados de azúcar, grasas saturadas y sodio, lo cual puede afectar la salud cardiovascular y aumentar el riesgo de sobrepeso. Además, los edulcorantes artificiales, si bien son populares, no están libres de controversia, ya que sus efectos a largo plazo no se conocen completamente.

Incluir alimentos naturales: Se recomienda basar la dieta en alimentos como frutas, verduras, legumbres (porotos, lentejas), cereales integrales, carnes magras y pescados. Estos alimentos son fuentes de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y antioxidantes, que favorecen el funcionamiento óptimo del organismo.

Proteínas y calcio: Las proteínas, que se pueden obtener de carnes magras, huevos y legumbres, son esenciales para el crecimiento muscular. El calcio, por su parte, es fundamental para el desarrollo óseo y puede encontrarse en lácteos, espinacas, y productos fortificados.

Consejos para una Alimentación Saludable

Distribuir bien las comidas: Es ideal realizar cinco comidas al día, incluyendo desayuno, almuerzo, cena y dos meriendas saludables. Esto evita el picoteo entre comidas y mantiene la energía constante.

Elegir las grasas adecuadas: Aunque las grasas saturadas deben limitarse, algunas grasas saludables como las que se encuentran en el aceite de oliva, el aguacate, y los frutos secos son beneficiosas y pueden incluirse con moderación.

Aumentar la ingesta de fibra: La fibra ayuda a mantener el sistema digestivo saludable. Frutas, verduras y cereales integrales son excelentes fuentes de fibra.

Actividad Física y Bienestar Emocional

Mantenerse físicamente activo es tan importante como comer bien. La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 60 minutos de actividad física diaria para adolescentes. Además, el ejercicio no solo contribuye a la salud física, sino que también es un gran aliado en la salud mental, ayudando a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.

Cómo Ayudar a Crear Hábitos Alimentarios Saludables

Para las familias, el apoyo y la educación son claves. Fomentar un ambiente positivo alrededor de la comida, evitar imponer dietas restrictivas y enseñarles a los adolescentes a disfrutar de los alimentos saludables puede hacer una gran diferencia. También, involucrarlos en la planificación y preparación de sus comidas es una excelente manera de que entiendan la importancia de una buena nutrición y desarrollen habilidades para elegir lo que les hace bien.

La adolescencia es una etapa crucial para establecer hábitos alimentarios que impactarán la vida futura. En un entorno donde los adolescentes enfrentan múltiples influencias y pueden tomar decisiones propias, es fundamental guiarlos para que elijan una alimentación que no solo favorezca su crecimiento actual, sino que los proteja de problemas de salud en el futuro. Comer bien es cuidar el cuerpo y la mente, y es una inversión en un futuro más saludable y pleno.

Fuentes: UNICEF | AEP