El Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL): Entender para Acompañar

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El Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL) es una dificultad que afecta el desarrollo del lenguaje en los niños, sin que exista una causa clara que lo explique. Esta condición puede tener un impacto significativo en la vida de un niño, afectando su aprendizaje, comunicación y la forma en que se relaciona con el mundo. En Argentina, entre el 3% y el 10% de los menores de 5 años presenta dificultades en el desarrollo del lenguaje, lo que hace fundamental conocer los signos de alerta y cómo podemos actuar para acompañarlos de la mejor manera posible.

¿Qué es el TDL?

El Trastorno del Desarrollo del Lenguaje se refiere a una dificultad persistente en la adquisición y uso del lenguaje. Esto puede incluir problemas para aprender nuevas palabras, formar frases o comprender lo que se les dice. A menudo, los niños con TDL no desarrollan el vocabulario o la capacidad de formar frases al ritmo esperado para su edad.

Por ejemplo, un niño de 2 años que tiene un vocabulario limitado a menos de 50 palabras o que aún no puede formar frases de dos palabras, podría tener un retraso en el desarrollo del lenguaje. Si bien algunos niños pueden recuperar el ritmo sin intervención, en el 44% de los casos la situación persiste hasta los 3 años, por lo cual una intervención temprana es crucial para evitar que estas dificultades afecten su desarrollo social y académico.

Mitos que retrasan la consulta

A menudo, existen creencias populares que contribuyen a retrasar la consulta médica, como la idea de que «los varones siempre hablan más tarde que las nenas» o «ya va a hablar, conozco chicos que se largaron a los 3 años». Estos mitos pueden llevar a los padres a esperar demasiado tiempo antes de buscar ayuda, lo cual es perjudicial para el desarrollo del niño. Es cierto que hay diferencias individuales en el desarrollo del lenguaje, pero hay signos específicos que no debemos pasar por alto.

Signos de alerta en el desarrollo del lenguaje

Es importante que los padres estén atentos a ciertos signos en el desarrollo del lenguaje de sus hijos:

  • 6 meses: Si el bebé no sigue con la mirada objetos que se le señalan o no emite sonidos como balbuceos.
  • 12 meses: Si no utiliza gestos como señalar o saludar, o si no muestra interés por compartir atención con un adulto.
  • 18 meses: Si no establece contacto visual con la intención de compartir algo o si no señala objetos.
  • 24 meses: Si no forma frases espontáneas de dos palabras o muestra poco interés en el juego con otros niños.

Estos signos pueden ser indicadores de que el desarrollo del lenguaje no está avanzando como debería, y es momento de consultar con un pediatra o fonoaudiólogo.

Factores que influyen en el desarrollo del lenguaje

El lenguaje se desarrolla en un contexto de interacción con el entorno. Factores como la exposición excesiva a pantallas (televisores, tablets, celulares) y la falta de diálogo y lectura pueden impactar negativamente en el desarrollo del lenguaje de los niños. Hoy en día, el abuso de dispositivos tecnológicos promueve una «cultura de la inmediatez», que limita el tiempo y los espacios necesarios para conversar, interactuar y jugar, actividades esenciales para el desarrollo del lenguaje.

¿Qué podemos hacer como padres?

Hablar mucho y escuchar más

La mejor forma de estimular el lenguaje en un niño es hablarle constantemente: contale lo que estás haciendo, lo que vas a hacer, o describí lo que está viendo. Pero igual de importante es escuchar y responder a sus intentos comunicativos, sin importar si son balbuceos, señas o palabras incompletas.

Evitar la frustración

Si un niño pronuncia mal una palabra, la mejor forma de ayudarlo no es corrigiéndolo directamente. En lugar de eso, repetí lo que dijo de manera correcta sin señalar que se ha equivocado. Por ejemplo, si el niño dice «gua», podés responder «Sí, ¡es un agua rica!». Esto lo ayuda a aprender sin generarle frustración ni hacer que pierda el interés en comunicarse.

Crear un ambiente sin pantallas

Limitar el tiempo de exposición a pantallas y fomentar actividades que involucren interacción directa con otros, como juegos, canciones y cuentos, es esencial. El lenguaje se desarrolla en la interacción con otros seres humanos, y los dispositivos no ofrecen el mismo tipo de respuesta enriquecedora que necesita un niño en desarrollo.

Buscar ayuda profesional si es necesario

Si notás que tu hijo tiene dificultades para adquirir el lenguaje, es importante buscar ayuda de un especialista. Un fonoaudiólogo puede evaluar el desarrollo del lenguaje y ayudar a determinar si el niño necesita intervención específica.

Hablantes de inicio tardío y regresión en el lenguaje

Existen dos situaciones particulares que deben ser tenidas en cuenta:

Hablantes de inicio tardío: Niños que a los 2 años dicen menos de 50 palabras y no forman frases. Aunque algunos se pondrán al día, casi la mitad necesitarán intervención.

Regresión en el lenguaje: Niños que comienzan a perder habilidades que ya habían adquirido, como dejar de decir palabras que antes utilizaban. Esta es una señal de alarma que puede indicar un problema mayor.

El lenguaje es la puerta a la conexión con el mundo

El lenguaje no es solo una herramienta para comunicar deseos y necesidades; es la base sobre la cual se construyen nuestras relaciones y nuestra identidad. Cuando un niño tiene dificultades con el lenguaje, también puede verse afectada su capacidad para socializar, expresar sus emociones y desarrollar su autoestima. Por eso, detectar a tiempo cualquier signo de dificultad y actuar al respecto es crucial.

Si tenés dudas sobre el desarrollo del lenguaje de tu hijo, no dudes en consultarnos. Recordá que la intervención temprana puede marcar una gran diferencia en el desarrollo de los más pequeños.

El desarrollo del lenguaje es un proceso hermoso y complejo, y cada niño tiene su ritmo. Con el apoyo adecuado, podemos ayudar a que cada uno alcance su máximo potencial.

Fuente: Sociedad Argentina de Pediatría